Tuesday, December 26, 2006

GRANDES MONÓLOGOS DE LA HISTORIA DEL CINE (9)

Este es pequeñito, pero entrañable. La película: CLUELESS, conocida también como FUERA DE ONDA. Una peli relativamente desconocida en nuestro país, pero un auténtico mito en su país de origen, quizás porque aquí en su día no nos decía mucho eso de que nos enseñen un reflejo de la vida real de los hijos de los ricachones de Beverly Hills. Además, hoy en día ya es un poco anacrónico eso de que nos enseñen a los adolescentes hablando por el teléfono móvil como signo del pijerío extremo.

Se supone que el guión es una adaptación libre de la novela EMMA de Jane Austen, lo cual en sí mismo no es ningún valor, pero es un dato altamente significativo para comprender que en el fondo, las supuestamente brillantes novelas de esta mujer no contaban nada que no cuenten las actuales películas de niños de papá que celebran el baile de graduación y que quieren ir a estudiar a Harvard. Según se mire, hasta YO SOY LA JUANI podría haber sido una perfecta novela de Jane Austen.

En el monólogo en cuestión, Alicia Silverstone emplea una sutil metáfora para describir su visión sobre los inmigrantes haitianos en los States. Ahí va.

Monday, December 18, 2006

GRANDES MAESTROS DEL TIMO Y DEL EMBUSTE



3. COLLEEN McCABE, DISCIPLINA INGLESA

Por algún motivo, siempre he tenido la sensación de que haber sido educado según el sistema escolar de las Islas Británicas tiene que haber sido algo relativamente traumático. Ya sabéis, todos esos niños vestidos de uniforme saliendo ordenadamente de la Langley Park School for Boys, la disciplina inglesa, las famosas public schools esas que no sólo no son "public" sino que son exageradamente elitistas y caras, esos pupitres así como rancios... Así que luego los niños que salen parecen todos como salidos de EL PUEBLO DE LOS MALDITOS, que los llevas de excursión y no pegan gritos en el autobús, ni se insultan unos a otros, ni se dan de hostias, ni hacen estas cosas que se supone que hacen los niños por el mero hecho de serlo... No, amigos, allí la cosa es otro rollo. Con deciros que según una amiga de quien esto suscribe que estuvo allí de profesora, ni siquiera copian en los exámenes aun teniendo la oportunidad... No sé si es una cosa de las islas o qué, porque también en Japón tienen ese sistema educativo en el que todas las criaturas van preceptivamente uniformadas y muy sumisas, y que casi no tienen ni vacaciones y tal...

Quizás este caldo de cultivo fuera el idóneo para que se dieran casos como el que nos ocupa. Resulta que en el Reino Unido, en vez de tener la clásica división del sistema educativo que todos conocemos, consistente en la enseñanza pública y la privada, tienen un montón de figuras jurídicas para regular los diferentes colegios y centros escolares: que si las "public schools", que si las "community schools", que si las "foundation schools"... Vamos, un cachondeo que no pienso ponerme a explicar aquí ni ahora, pero el caso es que desde 1988, y hasta su abolición por Decreto en 1998, existieron en la pérfida Albion una serie de colegios denominados "grant-mantained schools", o escuelas subvencionadas, que no pertenecían al Estado ni formaban parte del sistema educativo público, pero estaban financiadas total o parcialmente por el Gobierno Británico. Vamos, que les daban la pasta y luego estos centros se la gastaban a voluntad pudiendo organizar su educación como les diera la real gana, tanto a nivel de vestimenta, religión, programa de estudios... El sentido de todo esto era posibilitar que en lugares que carecieran de infraestructuras educativas estatales los colegios privados ya existentes pudieran seguir funcionando con suficiente solvencia, y que los niños de zonas no especialmente desarrolladas pudieran seguir yendo al colegio.


El día 1 de septiembre de 2003, la hermana Colleen McCabe, sierva de Dios y antigua jefa de estudios de la escuela católica (y subvencionada) de enseñanza secundaria St. John Rigby College de West Wickham, era condenada por los Tribunales a cinco años de prisión tras ser considerada culpable de once cargos de hurto y seis de desfalco. Cosa más o menos comprensible si tenemos en cuenta que esta devota monja y profesora de religión se gastó la friolera de 500.000 libras esterlinas provinientes de los presupuestos de la escuela en una serie de gastos personales un poco discutibles como ropas, zapatos, joyas, agapes y vinos caros para regalar a las autoridades locales en materia de educación, tres viajes vacacionales a Malta, champán, y otra serie de inversiones no precisamente incluidas en el currículo del centro. McCabe, que ingresó como profesora en el beato colegio antedicho en 1989, no fue nombrada mandamás hasta 1991. Ya entonces obtuvo sobrada celebridad por sus estrictos métodos disciplinarios que, en opinión de los padres y profesores, mejoraban muy mucho el nivel académico de los alumnos. Pero fue en 1995 cuando el St. John Rigby pasó a funcionar como escuela subvencionada, y claro, ahí ya empezó la alegría y el despilfarro, todo siempre en nombre del Altísimo y por causas exclusivamente cristianas, claro está. McCabe tenía el control total sobre el presupuesto anual del colegio, y como suele pasar en estos casos cuando nos dan un montón de dinero que no es nuestro para que lo administremos como nosotros juzguemos más acertado, pues ya se sabe lo que algunas personas suelen considerar acertado, sobre todo si no hay nadie mirando. Durante los tres años en que controló el presupuesto escolar, esta mujer se gastó, atención, 7.000 libras en calzado, 270 en un bono preferencial para toda la temporada futbolística en el estadio del equipo local, 836 en una estancia en el Hilton, 113 en unas gafas de sol, 337 en los supermercados Tesco, 500 en el dentista, 423 en productos cosméticos y en servicios y productos para su perro, 1.500 en dos visitas a un balneario de lujo, y otras 1.500 en entradas para espectáculos teatrales como FIEBRE DEL SÁBADO NOCHE o EL FANTASMA DE LA OPERA. Por no hablar de otra serie de gastos menores también con cargo a los fondos públicos, que ya se sabe, como no son de nadie... El sargento de policía Richard Ward declararía en la vista oral: "el extracto habitual de los gastos mensuales de su tarjeta del Barclays ocupaba unas cuatro páginas". Mientras McCabe efectuaba todos estos gastos de buena fe y muy católicamente, la escuela sufría recortes en gastos de limpieza (la susodicha estableció un programa de turnos para que fueran los propios alumnos los encargados de barrer y fregar las aulas y los pasillos), calefacción (no la encendía ni en lo más crudo del invierno), libros de texto (reciclaba los del año anterior una y otra vez), ordenadores, y hasta personal docente (llegó a despedir a varios profesores para cuadrar el presupuesto).


Lo insólito de este caso no es la maestría con la que esta Imelda Marcos británica ejecutó su estafa, sino todo lo contrario: su absoluta impunidad ante actos que evidentemente estaban a la vista de todos, y sobre todo, su singular creencia en la idea de que nadie iba a reclamarle nada, de que nadie investigaría jamás el asunto. En 1999, después de que el Gobierno aboliera las escuelas subvencionadas y las integrara como centros oficiales del sector educativo estatal, empezaron a pasarse por allí los típicos auditores de cuentas que claro, visto lo visto, no sé yo qué tuvieron que pensar ni qué explicación daría la responsable del marrón ante lo sospechoso de las averiguaciones. Tampoco veo muy claro cómo puede ser que el Gobierno no controlara las justificaciones de gastos de las subvenciones que otorgaba a fondo perdido. Si eso mismo se hiciera en España, serían culpables de desfalco el 99% de los españoles (con decir que a pesar de que se controla, todo Dios mete facturas falsas, inconexas, o usa las mismas facturas para cobrar varias subvenciones distintas, pues no te digo ya si no se controlara...).

El caso es que tras el escándalo, el polémico juicio y muchos otros sucesos, el colegio cambió de directores, de aspecto, de método didáctico, y ya puestos, hasta de nombre, pasando a ser conocido como All Saints Catholic School, tal vez en un intento de borrar las huellas de bochornosos incidentes pasados. Por su parte, Colleen McCabe acabó, como era de esperar, en la trena, si bien apenas cumplió dos años de condena y fue puesta en libertad por buena conducta. El asunto ha acabado siendo carne de telefilm de sobremesa de la BBC, con la televisiva Pauline Quirke interpretando a Colleen McCabe.

Monday, December 11, 2006

GRANDES MONÓLOGOS DE LA HISTORIA DEL CINE (8)

Este es uno de las grandes. Nada menos que Joe Pesci haciendo de lo que hace siempre en cualquier película dirigida por Scorsese. La película es UNO DE LOS NUESTROS, y la escena, su famoso tour de force interpretativo en el restaurante italiano, tratando de acojonar a Ray Liotta yendo de tipo duro y soltándole a la cara eso "You said I'm funny. Funny How?". Pues eso: "Funny how?".