Thursday, April 27, 2006

CARTAS AL DIRECTOR


Antes de que existiera esto de los blogs y de que cada cual pudiera publicar las mamarrachadas que se le ocurrieran de forma gratuita, uno de los escasísimos medios que tenía el ideólogo amateur de hacer llegar al público los principios fundamentales de su doctrina era esa sección ubicua en todos los periódicos titulada Cartas al Director. Lo del Director es un decir, claro, porque rara vez recibía uno la atención personalizada del propio Director del rotativo. Pero bueno, el caso es que esta sección solía (y suele) aglutinar todo tipo de cartas enviadas por lectores que, por algún motivo, sentían el impulso de opinar sobre cualquier cuestión de actualidad, ya fuera de ámbito global o particular. Lo mismo valía escribir para quejarse del último crimen de la ETA, del precio de la gasolina, de las pensiones, o directamente de asuntos más de andar por casa, como esa acera mal puesta de Santutxu en la que cualquier día se da uno una hostia, o ese vecino del 2ºD que nos pone la música demasiado alta a horas intempestivas de la madrugada. Da igual, la cosa es dejar en evidencia cualquier injusticia de nuestra sociedad, por insignificante que sea, y sobre todo, que aparezca nuestro nombre en negrita ahí, y que le suene a la gente si es posible.

Ni qué decir tiene que esta presunta libertad de expresión que a uno le brindan desde el púlpito de El Correo o el Deia deja bastante que desear. Si algún lector ha enviado alguna vez una Carta al Director a algún diario de tirada más o menos considerable (reconozcámoslo: todos lo hemos hecho alguna vez, aunque sea con seudónimo), ya habrá comprobado que de lo que él envía a lo que luego se publica media un buen trecho: fragmentos enteros de la carta que desaparecen como por arte de magia, adjetivos reemplazados por otros supuestamente más idoneos, tijeretazos aquí y allá... Cualquier cosa con tal de adaptar las cuatro tonterías que pones a la línea editorial del diario. Y eso en el más que hipotético caso de que el texto que envías llegue realmente a publicarse, porque muchas veces ni eso.


Paralelamente a este último caso, también se da el caso inverso: el de las cartas que NO se envían a periódico alguno, pero que luego SÍ se publican. O por decirlo sin eufemismos: la de las cartas que directamente se inventan los propios empleados de la redacción de los periódicos. Supongo que no soy el único que tiene constancia de casos reales en los que al redactor pringao de turno se le encarga la divertida labor de inventarse diariamente toda la sección de Cartas al Director. Una labor que, más allá de su fraudulenta naturaleza, resulta periodísticamente mucho más interesante que lo de redactar las noticias de sucesos o de deportes, porque uno puede ponerse en la piel del ficticio personaje que escribe las cartas y darles su toque personal, adoptar su estilo literario, etc. Por ejemplo, yo durante una temporada fui adicto a la fascinante sección de Cartas al Director del diario La Razón, y tras múltiples análisis de lo que allí se publicaba, puedo dar fe de que por lo menos parte de aquellas epístolas eran inventadas, porque es imposible que existiera en la vida real una caterva de chalaos semejante. Me estoy refiriendo a la época hardcore del diario de Ansón, cuando aún era Aznar quien gobernaba el destino de los españoles. Aquello era la hostia en verso, se parecía a las cartas aquellas que aparecían en los interludios del Monty Python Flying Circus, firmadas por algún Coronel de las Fuerzas Armadas, algún guardia civil jubilado, alguna señora que mandaba una oración o un rosario, y muchos otros fachas como de tebeo de El Jueves que supuestamente existían en la vida real.

Hoy en día, este tipo de personajes a medio camino entre la realidad y la ficción se dan cita en otro tipo de foros virtuales más acordes a su idiosincrasia. El más famoso, y el que más hits humorísticos por día brinda al lector morboso, es el célebre HazteOír.org, que sin duda todos conoceréis porque su logo ilustra invariablemente las pancartas de las manifestaciones anti-ZP, las del Foro de la Familia, las de la Unidad de España, las de la AVT, y las que haga falta. Como al parecer este tipo de foros tienen un número un tanto reducido de lectores, pues se han sacado de la manga un invento del tebeo para que cualquier ciudadano ofendido pueda mandar sus potenciales Cartas al Director simultáneamente a más de un medio de comunicación. Para ser exactos, a los "120 medios más importantes de España", que van desde los diarios de mayor tirada (El Mundo, El País, etc.), hasta los de quinta regional (La Verdad de Murcia, El Adelantado de Segovia, etc.). La idea del tema es que uno escribe ahí lo que le apetece en una ventana de texto, pulsa Enviar y ya está, acaba de escribir a esos 120 medios. Como mandar un SMS o un e-mail en un foro, vaya. Que sin tan fácil nos lo ponen, no es de extrañar que las redacciones de casi todos los medios del Estado se vean diariamente inundadas de encendidos pregones contra la tregua de ETA, contra los matrimonios gays, o contra la LOE. Hoy mismo, Nacho Escolar se mostraba sorprendido del medio centenar de cartas que llegan diariamente a la redacción de La Voz de Almería mediante este evolucionario sistema, cartas "que hacen que Losantos parezca de centro".


La duda ahora radica en saber si este sistema de distribución de correo, además de spamear a todas las redacciones de periódicos de España, ejerce también algún tipo de control sobre los contenidos que sus usuarios transmiten a través del mismo. Porque a ver si va a acabar la gente usándolo para lo que no es. Por si a alguien se le ocurriera utilizar este bonito artilugio para hacer el mal o lanzar propaganda estalinista de algún tipo, la propia web nos da algunos consejos sobre cómo redactar las Cartas al Director y cómo obtener un mayor impacto en la ciudadanía. Y ya veis, todo para que al final la gente se acabe pensando que lo que finalmente se publica es una cosa como de risa y cachondeo, o en el mejor de los casos, una gran broma de algún redactor con ganas de guasa.

3 Comments:

At 3:21 PM, Anonymous Anonymous said...

Extraño que me censuren, en el fondo :)

 
At 9:32 PM, Anonymous Anonymous said...

Yo sabía que la TVE, el Canal Sur, TV3, Canal 9, ETB, etc, eran medios públicos, es decir del Estado, pero no sabía que "El Mundo" "El Pais" y hasta el "Adelantado de Segovia" también eran "medios del Estado". ¡Lo que se aprende nevegando por la internet profunda y carpetovetónica!

 
At 9:27 PM, Anonymous Anonymous said...

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